Basado en la lectura de Mt.9:1-8,
Lc.5:18-26 y Mr.2:1-12
Aquellos hombres anónimos, tuvieron la tarea del
traslado del que estaba postrado.
Imaginemos cuanto esfuerzo en cargar con él, imaginemos cuanto tuvieron que
"transpirar la camiseta", primero en subir cuesta arriba, demandaba
mucho esfuerzo mas si se lleva un peso, ellos tenían fuerzas, "músculos
espirituales", logrados en el "gimnasio de Dios" pues quizás se habrían
preparado, con oraciones, por esa fuerza adquirida pudieron lograr el objetivo,
haciendo todo a tracción sangre, sudando, con miradas sobre ellos, pues no había
ambulancias, decididos y dispuestos, trabajando en equipo, en un mismo sentir.
Luego el segundo obstáculo abrir un agujero en el techo, eso no impidió su
perseverancia, la dificultad le siguió dando lugar a estos hombres decididos,
que quizás hubiesen desistido.
Aquella persona paralítica, depende necesariamente de los demás. Muchas
veces hemos estado en esa misma situación espiritual, inmóviles por el pecado,
por pruebas, que todo nos pasa alrededor sin que sepamos como hacer o disponer.
Gracias a Dios hermanos "camilleros" nos han transportado, lo que
nosotros no podíamos hacer ellos lo hicieron por nosotros con el objetivo único
de ponernos delante de Jesús, gracias a Dios por estos hermanos/as que buscan y
procuran acercarnos a Jesús, hacen cosas prácticas: ponen su fe en acción se
preocupan y ocupan, porque simplemente aman y desean lo mejor para su prójimo.
Vaya si lo lograron, que Jesús vio la fe que tenían, ellos haciendo una parte y
completando el Señor la otra, el estar en la condición de postrado a estar de
pié y transitar por la fe.
Esto es de mi propia meditación y contemplación y de sacarle el jugo a su
Palabra,
Espero te sea de edificación y sepas disculpar los errores de redacción u
ortográficos.