La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma. — Salmos 19:7
De toda Su creación, Dios siempre le ha dado el valor más alto a las
personas; por eso, nosotros somos Su enfoque principal para la
restauración. Así como hace un hombre que regresa a su casa para
encontrarse con que unos intrusos la allanaron y la desvalijaron, el
primer pensamiento de Dios es para lo que Él más aprecia: Su familia.
El revoltijo puede ser atendido después; los cajones rotos pueden ser
reparados mañana. En este momento, Él quiere asegurarse de que todos
estén bien, y quiere liberarlos del trauma que sufrieron.
Así es con nuestro Padre celestial también. En medio del mundo rebelde
y equivocado, la Palabra de Dios alivia y repara el daño que hemos
sufrido. Nos sitúa para ajustarnos a todas las disposiciones que hizo
para la vida nueva que estaremos disfrutando con Él para siempre. Ya
que Su Palabra es exactamente la misma de siempre (Isaías 40:
, es
perfecta para restaurarnos perfectamente a nuestra condición original.
Ésta es la esencia de lo que la Palabra de Dios hace en nuestras vidas; reconstruye y reconstituye nuestra existencia.
Así que, ¿cómo funciona la Biblia? ¿Cómo hace la restauración de nuestras vidas?
Esta es la esencia de lo que la Palabra de Dios hace en nuestras vidas; reconstruye y reconstituye nuestra existencia.
La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre. — Isaías 40:8 .
Hoy, Como un Padre amoroso, Dios cuidará de mi y me traerá restauración a las partes afectadas de mi vida por el pecado.
Señor, Gracias por hacerme parte de tu familia y cuidar de mi como un
Padre cuida de sus hijos. Quiero conocer mejor tu Palabra porque traes
restauración a mi vida a través de ella. Amén.
Dr. Daniel A. Brown.
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