CONOCES EL PUNTO DE PARTIDA?

“La felicidad radica en el propósito de ser .”
Muchas personas se pasan la vida preguntando ¿Cuál es la voluntad de
Dios para mi vida?, otros se la pasan dando vueltas en un desierto sin
poder entrar en la tierra prometida, otros van y vienen sin llegar a
ningún sitio, muchos experimentando fracasos por desconocer su
propósito. Nosotros fuimos creados por Dios, a Su imagen y semejanza,
y El nos hizo y nos permite nacer con un propósito. Podemos ver en la Biblia
el propósito de cada personaje, el mayor es Jesús quien vino con el
propósito de reconciliarnos con El Padre. El vivió para ese propósito.
Jesús conocía su punto de partida por eso llegó a su destino. ¿Conoces
tu propósito?
El propósito es la clave para que tú alcances todo tu potencial, es
una elección que tomas en tu manera de vivir para llegar al destino
final. Mayormente las personas hacen propósitos que no tienen nada que
ver con su diseño original, con su propósito. Por ejemplo hay personas
que hacen propósitos todos los años de cambiar, mejorar, rebajar entre
otras cosas, pero duran muy pocos esos compromisos. Según un estudio de
la revista American Psycologist, 25 por ciento de los propósitos de año
nuevo son abandonados la primera semana. Dos meses después, sólo el 60
por ciento mantiene sus propósitos. Y para el mes de junio, apenas el
38 por ciento continúa cumpliendo con las metas planteadas a principio
de año. Al finalizar el año, nos encontraremos que aproximadamente el
10% completaron sus propósitos. ¿Dónde te ubicas?
Cuando conoces tu propósito tienes una buena razón para ser y hacer
algo por el mundo que te rodea. Tú no naciste para solamente existir,
tú tienes un propósito y debes encontrarlo. El propósito es la razón de
ser que las personas más necesitan para vivir la vida plenamente y
hacer su trabajo bien, siendo bendición a otros. Aquellas personas que
entienden claramente las razones de sus decisiones y acciones son las
que están impulsadas por un propósito. Estas son personas que quieren
que sus vidas tenga un sentido. ¿Tiene tu vida sentido para ti?
Una de mis pasiones es ayudar a las personas a encontrar su
propósito, a que tengan una vida extraordinaria y disfruto mucho ver a
las personas caminando en su propósito. Es como cuando eras un bebé y
tu vida transcurre en la cuna o en el corral la mayoría de las veces,
luego comienzas a gatear y allí descubres muchas cosas, un mundo nuevo
llegando a experimentar peligros; sin embargo, cuando empezaste a
caminar y diste tus primeros pasos lo disfrutaste, sentiste esa
libertad, así es andar y conocer el propósito. Algunos como mi persona
corrimos. Cuando conoces tu propósito eres libre para correr, volar y
no para hacer tu voluntad, sino para hacer la voluntad de aquel que te
creó. Su voluntad es buena, agradable y perfecta.
El propósito que tienes te lleva hacia delante, hacia la meta, tu
destino. Reduce el temor al rechazo, al que dirán, a los riesgos. Las
personas que han logrado éxitos en la vida tenían un propósito claro y
definido. Por ejemplo, el propósito de Pablo “Anunciar el evangelio
donde no haya sido predicado”, el de la Madre Teresa de Calcuta era
“Cuidar y confortar a los pobres, enfermos y necesitados de todo el
mundo.”. Ellos encontraron su propósito y sus vidas adquirieron
sentido. Ellos colocaron sus metas en torno al propósito. Ellos tomaron
acciones que le llevarían a su destino.¿Tú propósito te está llevando a
tu destino?
“El éxito verdadero es permanecer en el propósito” Pedro Sifontes
Tú tienes un propósito, una razón que te motive a manifestar la vida
que llevas dentro, Dios no te creo para que lleves una vida aburrida,
llena de fracasos y sin sentido. Te invito a leer el libro “Una Vida
con Propósito” de Rick Warren, y por supuesto busca toda la ayuda que
puedas con personas que te encaminen a encontrar tu propósito.
Tu vida Dios te la ha dado con un propósito. No hay otra persona que
pueda o vaya a realizar tu propósito. Tú eres único o única, a ti te
toca hacer que tu vida valga la pena. Tú propósito te hará , hazlo
tuyo y comienza ahora.
En amor y liderazgo,
Pedro Sifontes