Arrastraba sus sandalias llenas de
polvo, mientras su bastón lo intentaba sostener. Habían sido días de
días los que había transitado por montañas y valles, ríos y riachuelos.
Algunos muchachos en el camino le habían lanzado piedras mientras le
gritaban ¡Loco! ¡Loco!.
Pesadas gotas de sudor recorrían su
frente y se desplegaban como gotas de una fuente siempre abierta. Un
pedazo de pan viejo y duro en su mano con un poco de miel era lo que
poco a poco mordía, mientras su mirada parecía perderse en lontananza.
Hacia donde iba? Nadie lo sabía.
Las ancianas del pueblo lo miraban con
lastima y los sacerdotes con ira oculta y amarga.
Unos cuantos lo seguían a pocos metros
de distancia esperando oír una palabra de fuego que saldría de sus
labios. Quién era? Sansón? Juan Bautista? Podría ser, pero sin duda era
un Nazareo.
El voto de nazareo era un voto
voluntario hecho por un hombre o una mujer del pueblo . A veces este
voto era impuesto al nacer como en el caso de Sansón. A veces era un
voto era temporal como lo expresa Hechos 21:23, 24, y otras veces era
de por vida como en el caso de Sansón ( Jueces 16:17).
La palabra nazareo en hebreo significa
apartado o separado.
Juan el Bautista como un Nazareo parece que comenzó
su ministerio en el Desierto. (Mateo 3:1)
El Antiguo Testamento describe el voto
de los Nazareos en Números 6:1-21. Debemos no confundir Nazareos con
Nazarenos. Los Nazarenos eran los originarios de Nazareth.
Los Nazareos eran gente que hacían un
voto, ellos o sus padres.
Eran siervos de Dios uno que habían hecho un
voto especial de consagrarse enteramente a Dios.
El nombre nazareo viene de la misma raíz
que significa “separado”; era entonces uno separado de todo lo que
podía contaminarle. Tenía que abstenerse de la vid en todas sus formas,
(Números 6: 3, 4), y evitar todo contacto con la muerte (Números 6: 6,
7). Durante todo el período de su consagración tenía que dejarse crecer
el cabello (v. 5). El cabello era un símbolo visible de su santidad.
Las reglas en los Números 6: 6, 7
demuestran que la santidad de un nazareo era del mismo nivel como la del
sumo sacerdote, porque un sacerdote podía contaminarse cuando moría un
pariente cercano, pero el sumo sacerdote no podía hacerlo (Lev. 21:1–3,
10, 11). La muerte era causa de contaminación para todos los hombres de
Israel (Números. 5:2, 3), pero era especialmente severa la contaminación
que causó para los que debían estar enteramente consagrados a Dios,
como el sumo sacerdote y el nazareo.
El voto nazareo era un culto para
dedicarse al Señor por vida o por un tiempo limitado. La “experiencia
nazarea” en Números 6 nos llama a una vida consagrada.
Según Carro, D., Poe, J. T., Zorzoli, R.
O., en el Comentario bı́blico mundo hispano Levitico, Numeros, y
Deuteronomio expresa que:
I. La vida consagrada es voluntaria.
El v. 2 dice: Si un hombre o una mujer hace el voto especial de ser
nazareo para estar consagrado al Señor. Ese “si” infiere que no eran
muchos los que en el tiempo de Moisés harían ese voto de consagración.
Tampoco lo hacemos en el día de hoy aunque debiéramos.
II. La vida consagrada es una vida
separada. El v. 3 dice que la persona consagrada debía abstenerse de
ciertas cosas. La consagración voluntaria incluye negarse a sì mismo.
La persona consagrada se separa de los placeres aunque sean sencillos y
legales pero que pueden apartarla de la comunión con Dios. El nazareo
hacía un voto de abstenerse del vino de la vid. ¡Ni siquiera podía
pasas! Las alegrías normales de todos los días se dejaban a un lado y
se reemplazaban con un nuevo gozo en el Señor (Efesios. 5:18; Salmo.
16:11).
La persona consagrada debía abstenerse del aplauso y la aprobación del
mundo. La segunda etapa del voto nazareo parece extraño. El nazareo no
podía cortarse el pelo. No tenía que estar preocupándose por su
apariencia personal. El cabello sin cortar simbolizaba la fuerza natural
del nazareo que se consagraba y dedicaba al Señor. No debía preocuparse
por tener la aprobación de otros.
La persona consagrada se separa de las relaciones terrenales que
entraban en conflicto con el reino eterno de Dios. Tanto Jesús como el
relato de Números nos dice que no hemos de permitir que otras relaciones
interfieran con nuestro servicio a Dios.
III. La vida consagrada es una vida
que pertenece al Señor. El v. 8 dice: Todo el tiempo de su nazareato
será santo al Señor. El Nuevo Testamento declara que no nos pertenecemos
pues hemos sido comprados por precio a fin de que glorifiquemos al
Señor.
La persona consagrada pertenece al Señor y tiene un servicio
extraordinario que cumplir (Sansón, Samuel y Juan el Bautista). Los tres
fueron nazareos de por vida. Nuestro servicio también será
extraordinario porque también nosotros nos hemos consagrado a Dios.
La persona consagrada experimenta una renovación singular. Si el nazareo
quebrantaba su voto tenía que empezar de nuevo con todo el culto ritual
mencionado en el texto. Tenemos la misma necesidad cuando
“retrocedemos”.
La Pregunta hoy es..Donde están Los Nazareos de hoy?
Tenemos muchos Apóstoles y otros que lo quieren ser, Muchos Pastores,
Muchos Evangelistas , Maestros y Profetas. Tenemos Muchos Doctores y
Especialistas en todas las ramas de la Religión. Muchos Sacerdotes y
Rabinos y hasta patriarcas, pero…Donde están los Nazareos?
Se necesitan
acaso hoy los Nazareos?
Rescatemos algunas cosas que rodearon la vida y ministerio de los
Nazareos para saber si son aplicables hoy o no.
En el caso de dos de los más prominentes Nazareos como lo son Sansón y
Juan El Bautista, los dos nacieron en un hogar donde la esterilidad y la
tristeza y la vida infructífera era notoria. Los dos tenían madres
estériles.
Ese denominador común nos diría que los
nazareos surgen en medio de un ambiente estéril e infructífero como un
rayo de esperanza y como una lluvia temprana. Si vemos en ambiente
actual fuera y dentro de la Iglesia veremos que esa esterilidad y vida
infructífera abre la posibilidad para que Dios levante Nazareos. Quizá
alguien me diría…Esterilidad no hermano, no ve como la Iglesia crece?.
No es cuestión de números es cuestión de impacto. Los números no cambian
el entorno la vida si. Eventos pueden producir números, pero estamos
impactando realmente la sociedad?
Muchos títulos no cambian nada….Aún algo necesita pasar. Entonces creo
que si el ambiente está dado para que surjan los Nazareos. Y para qué?
Qué hacen? Qué producen ellos? Qué Impactan?
• Los Nazareos no tiene palabras
bonitas, adornadas ni rimbombantes, sino palabras correctas y directas
para el momento correcto. “Oh, generación de Víboras, quién os enseñó a
huir de la ira que vendrá?. Haced pues, frutos dignos de
arrepentimiento.. El hacha está puesta a la raíz de los árboles: Todo
árbol pus que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego”. Lucas
3:7-9.
• Los Nazareos pasan mucho tiempo
solos por dos razones. Una es porque la mayoría de la gente no quiere
estar con ellos porque le ponen agua a la fiesta y dos, porque ellos
aman estar cerca de Dios y solo con la gente a quienes Dios los lleva a
compartir.
• Los Nazareos no aman los eventos,
sino los momentos, no buscan publicidad sino intimidad.
• Los Nazareos no buscan los jardines
ni los parques, sino que aman los desiertos donde la tierra seca y
resquebrajada anhela ver un día flores. “Voz que clama en el desierto”.
“ Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu y estuvo en los
desiertos hasta el día que se mostró a Israel”. Lucas 1:79.
• Los Nazareos son Predecesores,
proclaman lo que viene y desaparecen para no eclipsar el Sol de
Justicia. “Por que él irá delante de él con el espíritu y virtud de
Elías para convertir los corazones de los padres a los hijos, y los
rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar para el Señor un
pueblo entendido”. Lucas 1:17. No se promueven así mismo, sino que
exaltan al Maestro y al Señor de la Iglesia. “Más viene uno que es más
poderoso que yo, de quién no soy digno de desatar la correa de sus
zapatos”. Lucas 3:16.
• Los Nazareos no buscan tronos, ni
las primeras sillas, porque que su lugar final podría ser una prisión.
“Entonces Herodes encerró en la cárcel a Juan” Lucas 3:19..
• Los Nazareos no buscan coronas
porque saben que en cualquier momento podrían perder la cabeza. “Y
Herodes dijo: A Juan ya Degollé”. Lucas 9:9
• Los Nazareos parecen
pequeños e insignificantes a los ojos de los hombres o de las
estructuras religiosas, pero grandes a los ojos de Dios. “ Porque os
digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el
Bautista: más el pequeño en el reino de los cielos es mayor que él ”
• Los Nazareos no proclaman
prosperidad sino reclaman santidad, porque santidad tiene su raíz en el
corazón, mientras que prosperidad la tiene en la mente, la vanidad y la
cartera. “Voz del que clama en el Desierto: Aparejad el camino del
Señor, Haced derechas sus sendas. Todo valle se henchirá. Y se bajará
todo monte y collado, y los caminos torcidos serán enderezados, y los
caminos ásperos serán allanados.”. Lucas 3: 5
• Los Nazareos confrontan el pecado a
cualquier nivel sin mirar el precio tan alto que terminan pagando.
“Entonces Herodes el Tetrarca, siendo reprendido por Juan a causa de
Herodías, mujer de Felipe su hermano y de todas las maldades que había
hecho Herodes”. Lucas 3:19
Será por todo esto que escasean los Nazareos?. Se que los hay y la
iglesia los necesita. El clamor aumenta.
Hay desilusión, dolor y quebranto y la
esfera sacerdotal parece hoy cada día degradarse. Muchos ministros están
perdiendo el horizonte y las ovejas se sienten solas y angustiadas
anhelando quien las dirija no como profesionales sino como siervos de
corazón.
Donde están los nazareos que traen
palabra de confrontación y esperanza. Si ya están a la vuelta de la
esquina. Ya ellos lo sienten pero también experimentar temor, creen que
lo que sienten es de ellos pero Dios está cerca para despertarlos y
cuando se levanten no temerán perder la cabeza ni los harán temblar las
cárceles, porque el Señor quién los llama los sustentará y cumplida su
labor se irán a la esfera eternal donde nadie los despreciará. Mientras
tanto con sus pies cansados y su boca seca, su pelo lleno de polvo y con
el pedazo de pan en su mano, seguirán a donde Dios los llame, aunque
los muchachos del pueblo tirándoles piedra los llamen ¡Locos! ¡Locos!.
Y como los púlpitos se cerrarán para
ellos, cumplirán su misión por las calles y las casas.
El pueblo hambriento de
esperanza…escucharán ávidos a los nazareos.
El que tiene oídos para oír que oiga lo que el Espíritu dice a La
Iglesia.
Serafín Contreras Galeano.