Anoche en complimiento con la palabra del Señor pasaron por
aguas de bautismo seis hermanos que se sumaron así a la membrecía de la
congregación, y un hermano que había estado apartado de su congregación por
muchos años se sumó por testimonio.
Hubo fiesta, arriba y abajo, en el cielo y en la tierra. El
gozo estuvo presente, la emoción, las lágrimas, el re encuentro con los
antiguos. La Iglesia fue bendecida y lo seguirá siendo.
Me sorprendió ver una familia hermana de otra congregación
que estaba anoche con nosotros, resulta que una de las personas que se
bautizaba les había participado de su decisión, ya que hacía unos cuarenta años
atrás le habían hablado del Señor. La palabra de Dios no vuelve vacía, a su
tiempo el Señor le da vida.
Una jovencita creyente que había orado por su papá
inconverso, un hermano creyente que había traído a su hermano inconverso, una
mamá inconversa que un día vino con su hijo y este se decidió antes que ella, una
hermana que dio testimonio de conversión ante su anciana madre, su esposo, hija
y nieta. Serás salvo tú y toda tu casa.
¿Cómo no sentir gozo si el reino de los cielos está entre
nosotros?
Este es nuestro mes aniversario, diez primeros años de vida,
templo propio y dependencias, sostén pastoral, aporte a las misiones y a la
obra denominacional, entre otras cosas.
¿Cómo no sentir gozo si el Espíritu del Señor se mueve?
Anhelamos que el Señor sane nuestra tierra, nuestras
familias, nuestra ciudad, nuestra provincia, nuestro país, nuestra sociedad. No
somos del mundo pero estamos en el mundo y tratamos de hacer la voluntad de
Dios. Tenemos dificultades, nuestras expectativas a veces son derribadas, pero
no somos destruidos porque el Señor nos re-anima.
Mañana, cumplimos diez años per o anoche empezaron los festejos en el espíritu y por el Espíritu.
Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, ypresentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,alúnico y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio ypotencia, ahora y por todos los siglos. Amén.