A través de los años uno empieza a reflexionar sobre lo que realmente han sido experiencias clave que han cambiado nuestras vidas.
Aquí les comparto cinco cosas que aprendí y que transformaron mi vida.
1. Hacer las cosas en su justo tiempo
Para vivir los sueños de Dios, es necesario comenzar a desarrollar la capacidad de hacer las cosas que tiene que hacer cuando debe hacerlas gústele o no. Una persona disciplinada administra bien su tiempo, trabaja duro y persiste sin importar la situación. Cuando usted hace las cosas que debe hacer cuando es necesario hacerlas, se acerca más al día cuando hará las cosas que desea hacer cuando quiere hacerlas. El trabajo duro ocurre cuando se le acumulan las cosas fáciles porque no las hizo cuando era necesario.
Benjamín Franklin dijo: “Es más fácil suprimir el primer deseo que satisfacer todos los que le siguen”. ¡Comience poco a poco! Lo que su vida será mañana está relacionado con lo que usted está haciendo hoy. Para lograr grandes metas primero colóquese metas cortas y celébrelo. Nadie puede esperar a bajar de peso 60 libras para celebrarlo. Póngase metas metas cortas y celébrelas. Eso le animará a seguir adelante.
Es esencial auto disciplinarse poco a poco, para mañana lograr ser más disciplinado. Cuando tenga que fracasar…no le de temor úselo como una experiencia y corrija inmediatamente. Recuerde que es difícil hacerlo perfecto la primera vez, pero si lo sigue intentando lo logrará. Comience poco a poco y concéntrese en el hoy.
2. Deje de dar excusas
Wilson Churchill dijo: “El premio de la grandeza es la responsabilidad.” Sea responsable por lo que es. Alguien dijo: “El día que usted tome la responsabilidad completa de lo que es, el día que usted pare de dar excusas, ese es el día en que estará iniciando su camino al éxito.”
Un psicólogo visitó una prisión y le preguntó a varios presos “¿Por qué está usted aquí”. Las respuestas fueron muy reveladoras:
Me engañaron, fue un caso de identidad equivocada, no era yo, era otra persona el culpable. Después de esto el psicólogo concluyó que sería imposible encontrar a más “gente inocente” que en la cárcel.
Inventamos excusas para todo. Una vez un hombre que asesinó a ambos padres cuando iban a dictarle sentencia, abogó por misericordia basado en que ahora él estaba huérfano.
Vivimos en un mundo donde mucha gente no quiere ser responsable por lo que hace. Si desea tener vivir los sueños de Dios, tiene que reconocer su realidad y cambiar para lograr el éxito.
3. Hacerme responsable por lo que he recibido.
Dios cuenta con usted para la tarea a la cual le ha llamado. Otros le están siguiendo, y dependen de su ejemplo para ser eficaz. Si su funcionamiento deja mucho que desear, no podrá alcanzar su meta.
Sea responsable de lo que puede hacer y hágalo con sus mejores capacidades. Lo que usted está haciendo en su vida, en su hogar, en su trabajo y en el ministerio es importante para Dios.
John Rockefeller dijo una vez: “Creo que cada derecho implica una responsabilidad, cada oportunidad una obligación y cada posesión un deber”.
Jesús dijo: “… al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.” (Lucas 12.48 – RVR 1960). Use con responsabilidad los recursos que Dios le ha confiado. Recuerde que le debe todo lo que es y lo que tiene.
No debe ser solamente responsable ante su jefe a quien le da cuenta por tu trabajo, pero también ante Dios que conoce muy bien quién es y cuál es el sueño que le ha confiado. Él sabe todas sus fortalezas y debilidades. Para esta carrera difícil Dios le ha provisto de recursos naturales y supernaturales. Por lo tanto solo usted puede limitar el triunfo.
4. Rodearme de personas que me pueden enseñar.
Una cosa que he aprendido es a tener amigos que me pueden enseñar algo bueno. Amigos que me inspiran, que saben más que yo.
Alguien dijo una vez que Simón Bolívar posiblemente tenía más capacidad intelectual que Jorge Washington. Pero Washington logró fundar un país unido porque hizo algo que Bolívar no hizo. Washington se rodeó de gente que sabía más que él, para muchos, Bolívar se rodeó de gente que no lo superaban en conocimientos.
Rodéese de personas que le inspiren a tratar, personas de las que tenga algo que aprender, ya sea a depender de Dios como a desarrollarse parar lograr los sueños.
5. Ser amigo de Dios
Pero lo más importante que aprendí fue a hacerme amigo de Dios. Porque del Señor emana la vida y si sus sueños son los de él no lo desamparará.
El apóstol Pablo dijo una vez
“¿Quién podrá separarnos del amor de Jesucristo? Nada ni nadie. Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades. Tampoco podrán hacerlo el hambre ni el frío, ni los peligros ni la muerte.”
Romanos 8.35, TLA - Traducción en lenguaje actual
No hay circunstancia alguna que le pueda separar del amor de Dios.
No hay circunstancia alguna que le impida romper los límites que le separan de la felicidad.
Él promete darnos sabiduría para enfrentar las dificultades, superar los obstáculos y vivir una vida plena de felicidad.
“Si alguno de ustedes no tiene sabiduría, pídasela a Dios. Él se la da a todos en abundancia sin echárselo en cara. Eso sí, debe pedirla con la seguridad de que Dios se la dará. Porque los que dudan son como las olas del mar, que el viento lleva de un lado a otro. La gente que no es confiable ni capaz de tomar buenas decisiones no recibirá nada del Señor”.
Santiago 1.5-8 - TLA Traducción en lenguaje actual