El poderoso dominicano Albert Pujols, bateador de la primera base
del equipo de béisbol de los Cardenales de San Luis, aseguró que se
siente orgulloso de ser comparado con peloteros del Salón de la Fama,
pero dijo que simplemente busca trabajar para mejorar cada día.
El pelotero, actual héroe en la Serie de Campeonato de la Liga
Nacional, dijo que se siente orgulloso de ser comparado con jugadores
históricos como Hank Aaron, Babe Ruth, Willie Mays, Lou Gehrig, Ty
Cobb, Ted Williams, Stan Musial o Pete Rose.
Pujols se refirió a su éxito y a su gran nivel en los cinco años que
lleva como profesional al máximo nivel como debido “a una bendición de
Dios”. Pujols posee una prodigiosa memoria que le permite saber cuál es
el próximo lanzamiento por un ligero movimiento del pitcher que ha
estudiado y que tiene enfrente lanzándole la bola.
“Esa capacidad es una bendición de Dios que no sé cuándo me vino”,
dijo. Con un claro discurso cristiano Pujols dice que lo primero en su
vida es el Señor, luego la familia y en último lugar “la pelota” y
agrega que Dios le dio el
y la oportunidad de estar en Grandes
Ligas por lo cual su trabajo es servirle a El.
“Lo más importante que me ha pasado en la vida es recibir a Jesús en
mi corazón, y ahora cumplido mi sueño en Grandes Ligas trato de hacer
lo mejor”, aseguró el bateador con más proyección de la actualidad. Por
ese amor a Dios decidió crear una fundación de ayuda a los niños con
síndrome de Down, a la que, junto con su familia, aportó inicialmente
un millón de dólares.
Llamado por muchos “Pujols, el bateador de Dios”, este dominicano
está llamado a romper récords en las Grandes Ligas luego de ser el
tercer pelotero más joven en la historia en llegar a 200 jonrones,
detrás de Mel Ott y Eddie Mattheus.
Fuente: NOTIMEX. Redacción: ACPress.net
Dios siempre pone en nuestra manos herramientas que pueden ser
usadas para dar testimonio. A unos les puso un
, a otros un bisturí
, a otros un volante, a otros un libro , a otros un niño. No importa lo
que sea, lo que importa es preguntarnos hoy, estoy usando eso que tengo
en mis manos, mis dones, mis talentos, mis habilidades para dar
testimonio de que eso lo hemos recibido de Dios o nos estamos
enorgulleciendo.
Devolvamos a Dios lo que él nos ha dado en su misericordia y sirvamosle con lo que él puso en nuestra mano.
Otro es el que testifica en mi favor, y me consta que es válido el testimonio que él da de mí.
“Ustedes enviaron a preguntarle a Juan, y él dio un testimonio válido.
Y no es que acepte yo el testimonio de un hombre; más bien lo menciono para que ustedes sean salvos. Juan 5:32-34