Lidia Martín, psicóloga: «Hay que convencer a los padres de que niños y adolescentes necesitan límites»
MADRID, 31/01/2010 (emision.net / ACPress.net)La
psicóloga de fe evangélica Lidia Martín Torralba es especialista en
educación y familia. En la actualidad también dirige un taller para
padres de adolescentes, en el que afrontan distintas perspectivas sobre
la educación de los hijos. Lidia Martín considera que los padres el
siglo XXI «se posicionan en el lado permisivo» lo que no favorece «ni
la motivación ni la consecución de objetivos», dando como resultado el
fenómeno de la Generación ni-ni: jóvenes que ni estudian ni trabajan,
una situación que , según la psicóloga, se acrecienta en España a causa
de la inestabilidad laboral y la falta de valores.
En la
amplia entrevista concedida a emision.net, Lidia Martínaboga por la recuperación de valores como el esfuerzo y la dedicación
ante una generación «en la que el Estado de Bienestar nos lo da
prácticamente todo». Además, abundó en el papel clave de los padres en
la educación de los hijos para impedir situaciones de fracaso,
estableciendo límites concretos y reales.
GENERACIÓN NI-NIMartín explicó con amplitud la problemática que enfrenta la
sociedad ante este fenómeno. «No es un tema trivial» porque «siempre ha
habido chicos que no manifestaban interés por los estudios o por
trabajar», pero ahora «el entorno es más propicio que nunca: la
desesperanza que se vive a nivel social, respecto al futuro, afecta
tanto a adultos como a jóvenes».
Uno de los problemas que destaca la psicóloga es que no se
enfatizan valores «como el esfuerzo y la dedicación por encima de otros
que conocemos, como el hedonismo o el vivir aquí y ahora». A esto se le
unen «el materialismo y la ley del mínimo esfuerzo en la que se han
criado estos chicos, con el Estado de Bienestar que nos lo da
prácticamente todo», completando un cuadro que arroja un diagnóstico
preocupante. Martín lo resume en una frase «falta perspectiva».
Por otra parte, el fracaso escolar «es un problema que no se gesta
de la noche a la mañana», explica Martín. Además «la visión negativa de
muchos jóvenes hacia el mundo laboral» lleva a muchos a tirar la
toalla. Por eso es necesario «crear un entorno en el que no se permita
este fracaso escolar, estimulando el estudio, la planificación».
Por una parte, la psicóloga considera que se trata de una situación
consentida por padres demasiado permisivos. «Antes ni siquiera se podía
plantear decir en casa la situación de no querer estudiar ni trabajar,
había unas normas no sólo tácitas, sino explícitas, y se demandaba de
las nuevas generaciones que se esforzaran para conseguir lo que las
anteriores no habían podido por dificultades en el proceso de educación
o del trabajo», explica. Sin embargo, estas normas tácitas parecen
olvidadas en muchas familias.
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