En uno de nuestros viajes a Texarkana, Arkansas,
para ver a mi hija y su familia, conducíamos en medio de algunas
tormentas. La dirección en la que viajábamos y el ángulo del
nos
daban el juego más hermoso de doble arco iris que jamás haya visto.
Cruzábamos el puente sobre el río Mississippi en
Baton Rouge, Louisiana, así que al llegar a su cúspide, podíamos ver el
final de ambos arcos iris. Al alejarnos del puente, parecía como que
pudiésemos entrar justo en el centro de uno de ellos, pero ambos arcos
iris seguían alejándose de nosotros entre más nos acercábamos.
El camino curveó y comenzamos a dirigirnos hacia el
final del más cercano. Esperé que el arco iris se moviese de nuevo
-¡pero no lo hizo! Al dirigirnos hacia él, las bandas de color
comenzaron a cambiar. Las bandas de rojo, verde y azul comenzaron a
desvanecerse y adelgazarse hasta que desaparecieron por completo. Al
acercarnos al final del arco iris el resto de la banda amarilla se
anchó hasta que tuvo varios metros de ancho y el color cambió a un
hermoso dorado. Entonces, maravilla de maravillas, ¡atravesamos la
banda de color dorado!
No puedo explicar el sentimiento que mamá y yo
tuvimos en ese momento excepto para decir que fue un tiempo sagrado.
Fuimos humilladas por la gracia de nuestro Dios al darnos tan única
experiencia. Nos sentimos transportadas a las mismas puertas del Cielo.
Al pensar nuevamente lo que pasó, pienso que puedo
comprender los orígenes de la leyenda de la vasija de oro al final del
arco iris. Creo que pudo comenzar cuando otra persona tuvo una
experiencia similar a la nuestra y su descripción de la "banda de oro"
fue cambiando en el tiempo a una de "una vasija de oro".
El octavo capítulo de Romanos dice que Dios nos
"dará con liberalidad todas las cosas". Es de Sus depósitos de
sorpresas sin límite que se nos dan los regalos menos esperados. Y el
2006 será siempre el Año del Arco Iris para tí.
Lynnda Ell, abuela e ingeniera eléctrica
El arco
en el cielo es un recordatorio de la inmensa bondad y misericordia de
Dios. Nunca olvides que sus pormesas son vivas y permanentes. La
próxima vez que veas un arco iris en el cielo, recuerda, es la señal de
que él cumple cada una de sus promesas.
No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió. Josué 21:45
Bendito sea el Señor, que ha dado paz a su pueblo
Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas
sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado. I Rey 8:56
Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios. 2 Cor 1:20